El verdadero desafío no es contratar, es lograr que se queden
Cambiar de trabajo cada uno o dos años ya no es una rareza. Para muchos jóvenes -especialmente de la Generación Z- es parte natural de su trayectoria profesional. Este fenómeno, conocido como job hopping, lleva años instalándose y hoy representa un desafío real para las empresas: ¿Cómo construir relaciones duraderas con colaboradores que están pensando en el siguiente paso antes de terminar el actual?
Según un estudio realizado por el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales en 2024, reveló que el 31,1% de los trabajadores dependientes en Chile llevan un año o menos en su cargo actual. Mientras que una investigación de la empresa WeWork detalló que el 72% de trabajadores encuestados en América Latina han estado en su puesto actual por menos de tres años.
Frente a este escenario, en Mercado Wibai creemos que la retención no se sostiene solo con cifras o contratos. Se construye con vínculos reales, experiencias significativas y señales claras de que vale la pena quedarse. Explorar herramientas que vayan más allá del salario -y que conecten con lo humano- es fundamental para que tus colaboradores lleguen con ganas de quedarse y crecer contigo, no solo de pasar por ahí.
Retener no es convencer, es conectar
¿Y cómo se construyen esos vínculos? No con fórmulas mágicas, sino con cosas básicas que a veces se olvidan: confiar, escuchar, reconocer, dar espacio. La confianza, por ejemplo, no se impone ni se pide: se demuestra. Y en una relación laboral, eso se nota en los gestos cotidianos —cumplir lo que se promete, delegar con autonomía, compartir decisiones— no solo en discursos.
Esa confianza se fortalece cuando va de la mano con una comunicación constante y empática. No se trata solo de dar órdenes o pedir reportes, sino de abrir espacios para hablar, retroalimentar y construir en conjunto. Las empresas donde se conversa con honestidad y se reconoce lo que cada uno aporta, son las que logran retener sin necesidad de perseguir.
Lo mismo ocurre con la flexibilidad. Hoy, ofrecer espacios adaptativos —en horarios, modalidades y ritmos— no es un lujo, es una señal de respeto. Y sí, reconocer también importa. No hay que esperar al fin de año para agradecer o destacar un logro. A veces basta con un “gracias” a tiempo para recordarle a alguien que lo que hace tiene valor.
Regalos corporativos que fortalecen vínculos
En Mercado Wibai creemos que los vínculos se construyen con acciones, no solo con buenas intenciones. Y cuando esas acciones se traducen en un gesto bien pensado, el impacto puede ser profundo.
Desde un kit de bienvenida hasta un detalle de aniversario laboral, cada detalle que diseñamos busca comunicar lo que a veces las palabras no alcanzan. Porque en un mundo donde cambiar de trabajo es fácil, quedarse debería sentirse como una buena decisión. Y construir ese sentimiento, también es parte de la cultura que queremos impulsar.