Maravillosas ideas de regalos para matrimonios
Celebrar un matrimonio o acuerdo de unión civil (AUC) siempre es necesario. Implica el primer paso de una pareja para convertirse en familia. Los involucrados en este acto generalmente están muy enamorados y con grandes esperanzas puestas en el camino que emprenden. Están felices por dar el puntapié inicial a su proyecto de vida en común y quieren compartir esta emoción con sus más cercanos.
Aunque celebrar un matrimonio o AUC es sólo un trámite registral que valida el vínculo de la pareja ante la sociedad, no podemos evitar sentir una profunda emoción ante el paso que darán nuestros amigos. En especial, por el carácter ritual que este hecho tiene a nivel cultural, que nos invita a dejarnos llevar por la magia de los preparativos y la ceremonia.
¿Por qué los matrimonios y uniones civiles son un gran motivo para celebrar?
Si bien este es “en frío” sólo un registro que valida a una pareja ante la sociedad, nos gusta sentirnos parte del surgimiento de su familia. Usualmente hemos sido amigos o parientes de alguno de los novios durante años. Quizás hasta atestiguamos o incitamos el comienzo de su relación. Por eso, nos encanta participar también en la consolidación de este vínculo.
El ceremonial que acompaña a un matrimonio también es muy especial para su entorno cercano. Nos permite expresar a los novios todo nuestro cariño y participar de la magia. Nos disfrazarnos por una noche de príncipes o princesas, invitados por los reyes a un gran baile en un castillo.
Hay muchos motivos para celebrar un matrimonio: el amor, la proyección a futuro, la amistad, el cariño. Ser parte de un momento tan único y especial en la vida de una pareja. ¡Mejor aún si se acompaña de una fiesta que será la explosión de toda esa alegría.
Matrimonios y uniones civiles a través de la historia
En la historia universal, los matrimonios comenzaron a celebrarse entre miembros de la realeza con un fin estratégico. El objetivo era conseguir alianzas territoriales o sucesorias. Los contrayentes podían tener abismales diferencias de edad y apenas se veían durante la misma ceremonia. Por entonces, los plebeyos no solían legitimar sus vínculos amorosos, sino formar familias “de hecho”, viviendo juntos y teniendo hijos.
Algunos, sin ser reyes, buscaban la forma de celebrar un matrimonio concertado a conveniencia. El objetivo era beneficiarse de la dote, que constaba de ganado, alimentos o un terreno. En estos casos, las ceremonias eran simples y muy íntimas. Dependiendo de la cultura, estas podían ser monógamas o polígamas.
El origen de los ritos nupciales
El matrimonio, tal como lo conocemos en nuestros días, surgió en la Antigua Roma, sujeto a ciertas normas. Luego lo asimiló la naciente cultura cristiana, sumando algunos preceptos del Antiguo Testamento y otorgándole a este acto jurídico un carácter sacro y perpetuo. No obstante, su esencia sigue siendo un asunto bastante terrenal y práctico, vinculado a la administración de los bienes familiares y la crianza de los hijos.
Hoy en día, producto de nuevas figuras como el AUC y el matrimonio igualitario, muchas personas realizan el trámite civil discretamente y luego comparten con sus cercanos en una ceremonia de alto impacto. De acuerdo a su credo, ésta puede ser la bendición eclesiástica o una unión simbólica como el handfasting. Este último rito no compromete a los novios a perpetuidad, sino “mientras el amor dure” y su ceremonial es bastante personalizado.Celebrar un matrimonio o AUC simbólico es lo más trendy en este momento, ya que se pueden incluir rituales de diversas culturas y con mucho significado para los contrayentes, como mezclar arenas de colores, encender velas o recibir energías de los cuatro elementos. Lo mejor es que pueden elaborar sus propios votos, conforme a lo que ambos deseen prometerse.
Curiosidades del vestido de novia
En las primeras uniones, las princesas, duquesas y otros miembros de la nobleza usaban lujosos vestidos decorados con joyas, con el blanco o el rojo como tonos predominantes. La idea era ostentar, evidenciar con el atuendo las riquezas comerciales que estaban en juego.
Las plebeyas, en tanto usaban sus mejores vestidos, oscuros y simples, con la idea de utilizarlos en otras ocasiones. Recién con la boda de la reina Victoria de Inglaterra en 1840, el blanco se instauró como el color oficial de las novias. La monarca lo escogió por ser su tono favorito, sin embargo, la industria de la moda lo asimiló a la pureza, virginidad e inocencia que por esos años se esperaba de una esposa.
Hoy en día, el blanco sigue siendo el tono clásico para las bodas, ligeramente superado por otras alternativas similares, como el beige, champagne, marfil, dorado claro, plata, gris o rosa pálido. Durante la pandemia, hubo un cambio hacia diseños más ligeros, discretos, de líneas simples, innovadores y auténticos, acordes con las ceremonias íntimas y la personalidad de los nuevos contrayentes: los millennials.
La despedida de solteros
Las despedidas de solteros tienen un origen distinto tratándose de hombres o de mujeres. En el caso de ellos, surgen en el siglo V AC, en Esparta, y tenían por objeto poner a prueba la fidelidad del novio. Para esto, se contrataba a especialistas del ocio adulto, quienes tenían la misión de seducirlo.
En el caso femenino, la historia remonta a la antigua Mesopotamia, cuando un grupo de mujeres festejaba a la novia durante 12 días, al tiempo que invocaban a la diosa de la fertilidad.
Sin embargo, el concepto propiamente tal es más reciente y data de un amor imposible en la Edad Media. Ahí, una pareja de enamorados tenía la dura oposición del padre de la novia, quien se negaba al matrimonio con un campesino pobre, amenazando con desheredarla. Ella hizo caso omiso a su progenitor, por lo que sus amigas organizaron una reunión donde hubo muchos regalos para la novia, con el fin de ayudarle a tener la dote.
Las despedidas de solteros hoy en día no tienen los propósitos aquí descritos, sino disfrutar de un rato agradable junto a aquellos que nos son tan queridos y que decidieron tomar un camino común. Por supuesto, llevar regalos para la novia o el novio es una opción que siempre será muy bien recibida.
¿Cuándo es la temporada alta para celebrar bodas?
La temporada alta para celebrar un matrimonio o AUC en Chile es durante los meses de octubre a marzo, ya que el clima se estabiliza y se espera que acompañe bien a la ceremonia. Febrero es el favorito de todos, dado que es el mes del amor y por lo mismo, el de mayor costo en los servicios de wedding planner.
Sin embargo, marzo también es muy cotizado, porque ofrece precios un poco más económicos que su predecesor. Y existen muchas parejas que prefieren celebrar un matrimonio o AUC en la temporada baja, que va desde abril hasta septiembre, ya que los costos se abaratan ventajosamente.
Las mejores ideas de regalos para matrimonios o AUC
Hoy en día celebrar un matrimonio no es el primer paso hacia una vida en común. Los contrayentes comúnmente toman la decisión tras llevar un periodo compartiendo domicilio. Quienes recién están armando su hogar también prefieren decorarlo cultivando su propio estilo, por lo que obsequiar muebles, electrodomésticos, sábanas o loza no es tan bienvenido como en décadas pasadas.
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El momento perfecto para entregar tus regalos para el novio o la novia puede ser la despedida de solteros, que constituye un momento de relajo en medio de los preparativos. También puede ser durante la fiesta nupcial, aunque los novios suelen estar demasiado ocupados en esa jornada como para prestar atención a estos detalles. Por eso, hazlo especial y crea un momento único.
Recuerda que puedes personalizar tus regalos para matrimonios, añadiendo un mensaje especial, algún resumen de tu historia con la pareja o una fotografía en la que ambos aparezcan.
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